Ser víctima de una agresión, es un hecho al que constantemente nos vemos expuestas, y es que las estadísticas lo confirman, cada vez son más las mujeres que experimentan situaciones de robo o agresiones en diversos ambientes, ya sea laboral, social o incluso en el hogar.

Por tal motivo, suelen sentirse vulnerables ante la posibilidad de estar frente a una situación de peligro, en especial en sitios públicos o solitarios. Para que no te devane la incertidumbre puede ser ideal tomar clases de defensa personal

Sin embargo la actitud que asumes ante un riesgo de daño también puede ayudarte a preservar tu integridad. Hoy te explicaremos la mejor acción que puedes ejecutar si te encuentras en peligro.

¿Cómo debes actuar ante un ataque?

La mejor forma de actuar ante una situación de violencia es sin duda mantener la calma, si dejas que la adrenalina te venza tus posibilidades de salir airosa se reducirán considerablemente. 

Tener una actitud psicológica de tranquilidad cuando te encuentras en un momento de riesgo, puede poner la balanza a tu favor. Mientras que perdiendo el control, puedes incrementar la ira de tu atacante o desencadenar un grado más elevado de violencia.

Defenderte quizá sea tu primer impulso, pero no necesariamente es el más inteligente, y es que podemos encontrarnos con un agresor que esté armado, o quizá bajo los efectos de una droga, lo que sin duda lo puede volver más agresivo. Por ello, la calma te permitirá observar tu entorno y tomar decisiones en favor de ello.

Medidas de protección rápidas

Es cierto que determinadas acciones de defensa personal pueden resultar efectivas a la hora de controlar, inmovilizar y escapar de una situación determinada. Estas se dirigen a desequilibrar al atacante, golpearlo, e incluso retenerlo hasta lograr que se calme.  Sin embargo para su ejecución puedes requerir de cierta preparación.

Mientras aprendes cómo defenderte, te recomendamos memorizar las zonas vulnerables de las personas. No importa el tamaño o peso de tu atacante, si conoces sus puntos vulnerables y sabes atacarlos, tienes más posibilidades. Por lo general estos son los ojos, la nariz, la garganta, el pecho, las rodillas y la ingle. 

Si no cuentas con una  preparación, la ingle es una de las áreas más sensibles y recomendadas a la hora de defenderte, un golpe en esta área paralizará a tu atacante dándote el tiempo necesario para huir. Muchos especialistas a su vez, recomiendan enfocarse en la rodilla, ya que el ángulo que tienes que desarrollar para dar el golpe es menor,  y le será más complicado a tu agresor correr en tu búsqueda debido al dolor. 

La idea de estas estrategias de defensa personal es que cuentes con tiempo para huir en busca que ayuda y no te quedes arriesgando tu vida, para poder hacer uso de estrategias efectivas requieres de entrenamiento, así que procura huir inmediatamente propines el primer golpe. 

Para finalizar queremos hacer hincapié en que el mejor enfrentamiento es el que se evita. Puedes prevenir la mayoría de las situaciones de riesgo simplemente observando todo lo que te rodea, evita el uso de auriculares para mantener tu oído alerta, no frecuentes zonas oscuras o solitarias, practica técnicas de defensa personal que te ayuden a incrementar tu seguridad e imposibilitar a un agresor de ser necesario.

Con suerte, pasarás desapercibida ante una situación de peligro y saldrás airosa sin siquiera notarlo.

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